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Mi colección: Nintendo NES y cinco juegos

Con este artículo doy comienzo a una nueva serie, en la cual iré comentando los juegos y consolas que componen mi colección.

HOY doy comienzo a una nueva sección en Mi lado Nintendo. Se trata de una serie de artículos en los que relataré cronológicamente la historia de mi colección de videojuegos, algo que tenía en mente desde que comenzó esta temporada.

Nintendo Entertainment System

Obviamente, dentro de esa caja hay mucho más que aire.
Como ya he comentado antes en el blog, yo comencé bastante tarde con la onda de los videojuegos. Para graficarlo un poco, diré que cuando todo el mundo jugaba Super Nintendo, yo recién estaba conociendo el Pitfall de Atari 2600. O sea, estoy desfasado más de 15 años en las modas del entretenimiento electrónico, así que no deberían asombrarse al saber que compré mi NES recién en 2004. De todas formas, con el tiempo el desfase ha ido disminuyendo, pero sigo sin estar al día.

La consola

Mi consola y uno de sus controles. Sí, debo buscar una foto más grande 😅Se la compré a un compañero de universidad en circunstancias bastante insólitas. Resulta que estábamos en una sala de estudio resolviendo ejercicios de Estadística, pues se venían los certámenes del fin del primer semestre. Para ese entonces yo ya llevaba un buen tiempo con la idea de comprarme un Nintendo, pero en MercadoLibre estaban muy caros y en las tiendas de antigüedades solo vendían juegos.

Así que allí, en la sala de estudios, en medio de la resolución de ejercicios, lancé una pregunta al aire: «¿Alguien tiene juegos de Nintendo?». Solo un compañero, don Felipe Sánchez, me contestó con otra pregunta: «¿Esos cartuchos cuadrados?», con lo que se generó un diálogo más o menos así:

– Sí, esos cuadrados grises -le contesté.
– Ah, sí, tengo varios, como cinco. Y también tengo la consola -me dijo.
– ¿Y la vendes?
– Mmm… ya. Te la dejo en $20.000 con los cinco juegos (unos USD 40).
– No tengo $20.000, tengo $ 15.000 (más o menos USD 30).
– Ok, $15.000.[1]

Con eso, cerramos el trato y seguimos estudiando. Quedamos de acuerdo sobre el día y la hora en que él llevaría la consola a la universidad para concretar la compraventa. Los juegos los llevaría después, porque tenía que buscarlos. Dentro de mí, pensaba que estaba haciendo el negocio del siglo. Imagínense: una NES con cinco juegos en $15.000… ¡Regalada! Tan sólo los cinco juegos se venden normalmente por ese precio… Sin embargo, faltaba lo mejor.

El día en que se haría el intercambio, en el frontis de un edificio de la universidad, veo que mi compañero viene con una bolsa negra de basura en sus brazos. Al ir acercándose, me percato que dentro traía algo como una caja. No me preocupé mayormente por su contenido, pues según yo el Nintendo lo traía en su mochila.

– ¿Qué traes en esa bolsa? -le pregunté luego del saludo de rigor.
– El Nintendo, po, ¿qué más? -me contestó.

En ese momento saca de la bolsa su… es decir, mi NES guardada dentro de su caja original, en un estado increíblemente bueno. Yo, claro, abrí unos ojos tremendos al recordar cuál era el precio acordado por esa consola, pero, como todo buen negociante, cambié la mirada inmediatamente y no di muestras de mayor impresión ni exagerado interés.

Aquí se nota claramente el trozo de tergopol que le saqué por pura ansiedad.Abrí la caja y al sacar el plumavit… ¡Plop! Le saqué un pedazo (ver imagen de junto). Creo que debí ser más cuidadoso, ¿no? En fin. Ahí pude comprobar el contenido del pack: la consola, dos controles, transformador de corriente y la mítica Zapper, todo original (no venía con la antena RF ni cable A/V, pero no me importó). Además de todo eso, venía con el manual de instrucciones en excelente estado y con el juego Super Mario Bros. / Duck Hunt, que encontró el día anterior y que venía también con su manual de instrucciones. Con eso, le pagué el dinero antes de que se arrepintiera y partí a mi casa.

El viaje en bus de vuelta a mi casa se hizo más largo de lo normal. No hallaba la hora de conectar por fin mi consola nueva al televisor de la sala de estar y jugar con ese único juego. Sí, ese juego lo había jugado durante años en varias consolas pirata, pero esta vez sería distinto: jugaría en una consola Nintendo de verdad. Bueno, es cierto, no fue tan distinto… de hecho, el juego se veía igual que en una consola pirata, pero era todo original y muy, muy retro 😉

Los juegos

Este <i>Mario 3</i> era el juguete del gato.A los pocos días llegó mi compañero con dos juegos: el Godzilla – Monster of Monsters! (en su caja, todo en regular estado) y el Mega Man 3 (en caja y con manual… pero ambos del Mega Man 6). Muchos días después llegó a clases con el Super Mario Bros. 3, en horrible, sí, horrible estado. Solo vean la foto del cartucho y díganme si no parece que era el juguete del gato.

Pero de todas formas, no me quejé: era Super Mario Bros. 3, y no dejaría de ser un excelente juego simplemente por esa terrible carátula. Además, me había salido extremadamente barato, casi regalado… y ya lo dice el refrán: a caballo regalado

Y ahora, la historia del último juego: Dr. Mario. Luego de entregarme el juego de la foto de arriba, pasaron algunas semanas… las que se transformaron en al menos dos meses, y yo seguía esperando el quinto juego que faltaba. Durante ese tiempo, mi compañero me decía que seguía buscando el Mega Man 6, pero al final no lo encontró. ¿Qué solución encontró? Que yo le acompañara al centro a comprar un juego de NES usado a mi elección para saldar la deuda (según el stock disponible). Así que partimos a recorrer tiendas y finalmente encontramos el Dr. Mario a casi $5.000. Obviamente, dicho dinero no salió de mi bolsillo. Todo un caballero para los negocios es don Felipe.

Bien, así termina el primer relato sobre mi colección de videojuegos. Espero que les haya gustado enterarse de los entretelones de mis primeras adquisiciones, porque para mí fue un real agrado revivir en mi memoria aquellos geniales momentos en los que iniciaba un hobby que persiste hasta hoy. ¡Saludos, nintenderos, hasta la próxima!

Nota 1 X

Lo peor es que ni siquiera tenía $15.000, sino solo $5.000, jajaja... Así que ese mismo día, al llegar a casa, me conseguí los 10 mil que faltaban con mi hermano menor, Francisco (qué pobre era yo en aquellos días, jajaja). Al tiempo después le pagué $2.500, con lo que cada uno posee el 50% de la consola y esos juegos.

URL corta: http://bit.ly/1Wu3pTS  

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Música de juegos mencionados en este artículo

Dr. Mario

1990 | 10 temas

Super Mario Bros.

1985 | 6 temas

Mega Man 3

1990 | 22 temas

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