Hace poco más de dos años, me compré una consola pirata. ¿Para qué? Pues para poder jugar con el cartucho de juegos de aquella joya de la piratería llamada Creation. Sin embargo, nunca pude hacer eso, pues dicho cartucho lo perdí quién sabe cuándo. Aun así, mi actual consola pirata es digna de un artículo para ella solita, así que hoy les quiero escribir sobre ella: mi FunStation.
La señorita Fun, que es prima hermana de la señorita Poly, me ha acompañado desde que la compré junto con mi hermano Francisco el 15 de septiembre de 2006, y aún funciona bien. Bueno, hay algunas cosas que no funcionan, pero ya les aclararé el asunto. Nos costó $5.500 en el bazar y juguetería «L.T.», ubicada el centro de Concepción, y venía, obviamente, con juegos incorporados desde fábrica.
¿Y qué venía dentro de su maravillosa caja? Bueno, lo típico: una consola curiosa e inesperadamente parecida a una PlayStation, dos controles que por esas casualidades de la vida también tienen un aire a los de dicha consola, un adaptador de corriente ultra diminuto, un cable A/V de calidad aceptable y una pistola de luz. Todo funcionando perfecto… excepto la pistola, que nunca funcionó. Ni idea por qué, pero de todas formas me no me importó, porque jamás la he necesitado.
Y… ¿qué más? Bueno, la caja dice que «los gráficos te ponen en un ambiente 3D en tiempo real», que «el sonido es estéreo y con calidad de CD», y que «los controles tienen 14 botones y palanca analógica«, entre otras cosas. Pues, si has estado pensando en comprarte alguna consola de la familia Station por lo que dice en la caja, déjame recomendarte que no lo hagas, porque… bueno, es mentira. Tal como la descripción presente en la caja de la Creation la sacaron de la caja de la NES, imagino que esta descripción la habrán sacado de la caja de una PlayStation. ¡Chinos! 😛
Un detalle interesante es que los controles traen cuatro botones (aparte del Select y Start), que son A, B, C y D. Pero resulta que es tan chanta el diseño de los joypad que es imposible saber con certeza qué letra corresponde a qué botón. ¿La razón? Vean la siguiente foto.
¿Podría alguien decirme si el botón de arriba es el A o el C? ¿O si el de la derecha es el C o el D? Ni idea. Es un pésimo diseño el que vemos aquí, pero no puedo pedir más por el precio que pagué. Ni modo.
Pasando a otro punto, en mi artículo sobre la Creation les conté que tengo un adaptador para jugar cartuchos de Family en un Nintendo. Pues bien, con el fin de extraer la memoria de la señorita Station para jugar sus juegos en mi NES, hace unas semanas la intervine quirúrgicamente. He aquí algunos detalles sobre la operación.
En primer lugar, y como es lógico, la anestesié. Una vez hecho esto, procedí a correr tajo desensamblarla con el equipo necesario. No fue complicado abrir la consola, pues apenas tiene cuatro tornillos y estos están muy a alcance de cualquier destornillador. Sin embargo, a pesar de que fue fácil, me llevé una sorpresa enorme. ¿Recuerdan para qué quise operar a la señorita Fun Station? Sí, fue para sacarle la memoria, aquel cartucho que traen todas las consolas pirata en su interior. Pero…
¡Qué! ¡No tiene memoria! Sí, tal como ven, no trae el típico cartucho conectado a la parte inferior de la placa. En esta oportunidad los juegos efectivamente vienen en la memoria, grabados en la mismísima placa de la consola. Con eso, la operación fracasó por completo.
Sin embargo, me sirvió para algo.
Gracias a esta intervención pude darme cuenta cuánto ha avanzado la tecnología allá en China. Comparen la fotografía de arriba con esta de aquí a la derecha (Creation) y noten la gran diferencia de tamaño entre las placas de ambas consolas. Increíble, ¿cierto? De hecho, es tanto lo que ha progresado, que la placa de la FunStation es más pequeña que los mismísimos cartuchos de Family. En las siguientes imágenes pueden ver la prueba de ello, además de ver la placa desde abajo. Vaya que es diminuta, ¿no?
¿Y qué juegos trae? En realidad, son pocos, pero buenos. En la siguiente imagen se puede ver la primera pantalla del menú, que tiene de fondo la música del juego Circus Charlie. Ojo, no se engañen: la cantidad total de juegos no se aproxima en lo absoluto a la cifra que aparece en la parte superior. De hecho, la nómina de juegos se puede resumir en los cinco primeros del listado, a saber, Super Mario Bros., Baseball, Track & Field (conocido aquí como Olympic 2008), Duck Hunt y Jewelry; y en otro que aparece después, que es el Circus Charlie. Como dije: pocos, pero buenos. El resto es la misma historia de siempre: se repiten casi eternamente los mismos juegos con diferentes variantes y títulos hasta completar los prometidos 9.999.999. Otra milenaria tradición oriental.
Y para terminar, quiero referirme brevemente al manual de usuario de esta señorita. Sorprendentemente, y al igual que el de la Creation, está en español. Pero claro, en cuanto a calidad, no está a la altura del manual dicha consola, mucho menos del manual de una NES original, pero por lo menos trae un par de hojitas (literalmente). Algo que me parece muy gracioso es que el punto 6 del manual lleva el título «Antes de llevar a reparar»… ¡Como si hubiera algún Servicio Técnico Oficial FunStation, jajaja! En fin, les dejo un par de fotos del manual.
Y así termina mi breve artículo sobre mi consola FunStation, una pariente cercana de la ahora mítica PolyStation. Cualquier comentario será bien recibido. Saludos y hasta pronto.